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Cómo superar la pérdida de una mascota

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ANÍBAL, el bulldog francés de 14 años que fue mi mejor amigo, nos dijo adiós para siempre.

Su muerte me ha causado la mayor de las tristezas. Agradezco a la vida haber tenido la oportunidad de cuidarlo, quererlo y acompañarlo a lo largo de estos maravillosos años que compartimos juntos. Recordar las caras, travesuras, juegos, fotos y su amor incondicional hace que me sienta feliz por todo lo vivido.

Aunque todavía estoy en una fase muy inicial del duelo y dándome tiempo para afrontar cómo es vivir sin él, estos días he pensado mucho en los pasos que hemos seguido y cómo cada pasito ha sido un pequeño bálsamo para el corazón. 

En este artículo te hablaré de algunas recomendaciones para transitar el dolor por la pérdida de nuestra mascota y cómo podemos ayudar a otras personas a superarla. Trataré de explicar desde mi experiencia personal cómo aceptar el proceso para avanzar en las fases del duelo y mantener el equilibrio físico y mental.

Aníbal: la despedida

Los últimos meses habían dejado pistas evidentes de que la salud de Aníbal había empeorado. Ya casi no quería caminar, se pasaba el día durmiendo y había perdido mucho peso. No jugaba, pero buscaba constantemente la compañía. Él siempre ha sido muy compañero, donde estuvieras, él estaba ahí.

La penúltima noche se encontraba agitado, dolorido y nada de lo que hacíamos le servía para reducir el malestar. Por la mañana lo llevamos al veterinario y recibimos el peor diagnóstico posible: Aníbal está muy enfermo.

El corazón se rompe en mil pedazos, buscas en los ojos de la veterinaria un hilo de esperanza, pero no lo encuentras. Mientras que tu corazón necesita más tiempo, la mente sabe que no le queda y que lo inevitable está por llegar. Sientes que cuerpo y mente están totalmente desacompasados. Quieres lo mejor para él, pero no quieres separarte.

Las siguientes horas fueron las peores de mi vida y, con todo el dolor del mundo, decidimos darle una despedida lo más digna posible: optamos por llevarlo a casa y despedirnos en la intimidad con él.

Llegados a este punto, déjame que te dé dos recomendaciones si te encuentras en una situación similar:

  • Primera recomendación: Si tienes la oportunidad, lleva a tu mascota a casa y organiza una despedida con la familia. En nuestro caso hicimos videollamadas para que todos pudieran decirle lo que necesitaban, agradecerle el tiempo compartido y despedirse. Ese es el mejor momento para agradecerle a tu mascota todo el tiempo vivido. Acaricia, habla, acompáñale en este camino.
  • Segunda recomendación: Si te sientes preparado/a, acompáñalo en el momento de irse. No te engañaré: es muy difícil y hay momentos en los que te vienes abajo. Pero saber que le acompañaste hasta el final es un acto de amor sanador. Mi gran preocupación era que muriera solito sin nuestro amor y compañía. Me rompí en mil pedazos durante el proceso, pero agradezco haber estado ahí para él cuando más nos necesitó.

La muerte y el duelo

La muerte es un proceso muy doloroso. Hablar de la muerte continúa siendo tabú entre gran parte de la sociedad. No nos preparan para ello, aunque seamos conscientes que la muerte es inevitable y que, tarde o temprano, cada uno de nosotros acabará con el mismo destino.

En el momento en el que se acerca la muerte nos sentimos totalmente desorientados. Elaborar el duelo requiere tiempo. (Te invito a leer este artículo sobre las fases del duelo o nuestra Revista dedicada al Duelo).

El dolor que provoca la muerte es incomparable a cualquier otro. Sientes como se desgarra el alma, no conectas con tu cuerpo y no sabes identificar lo que te sucede: la cabeza está desorganizada, incluso con breves pérdidas de memoria y las lágrimas brotan sin control conectándote una y otra vez con la ausencia. Necesitamos perdernos en la tristeza para reconectarnos con la vida.

Empatizar con el dolor del otro es difícil ya que para algunas personas les conecta con otros duelos sin elaborar, bloqueados o sin herramientas para sostener el dolor del otro. Acompañar y sostener durante el duelo requiere de paciencia, escucha activa y mucha empatía.

Cómo acompañar a una persona en el duelo de una mascota

Elaborar el duelo sanará el dolor que provoca la muerte

Estas son unas recomendaciones para acompañar y sostener a una persona que esté pasando por el duelo de su mascota:

  1. Acompaña. El animal que se ha marchado ha dejado una huella muy importante en la vida de la persona. Aunque no comprendas el vínculo que une a una persona a su mascota, empatiza con su dolor y evita decir cosas como “No es para tanto”, “No llores”, “Piensa en las cosas buenas”, “Solo era un perro”, etc. En cambio, puedes acompañar y empatizar diciendo: “Estoy aquí, si necesitas llorar te acompaño. Sé lo importante que fue para ti y lo duro y difícil que es este momento.”
  2. Se paciente con el otro. Tardará tiempo en aprender a vivir sin su mascota y tendrá momentos en los que se emocionará al recordarla. Escucha con atención y no cambies de tema, deja que la persona se exprese cuando lo necesite. Puedes usar frases como “Te escucho”, “Gracias por compartirme lo que sientes” cuando te estén contando como lo están viviendo.
  3. Contacta. Las llamadas y los mensajes son un consuelo para las personas que están sufriendo la pérdida de su mascota. En mi caso, fue impactante recibir tantos mensajes dedicados a Aníbal y su recuerdo. Brotaban las lágrimas de orgullo y felicidad al pensar como mi mejor amigo se había ganado el corazón de mucha gente.

Estas tres acciones simples, sencillas y fáciles son el gran apoyo para un momento tan duro y difícil.

Para los que estamos viviendo el proceso de duelo también debemos seguir algunas recomendaciones que nos ayudarán a transitar el proceso y poco a poco aceptar la muerte de nuestro perro, gato o cualquier animal que fuera importante para nosotros.

Recomendaciones para los días posteriores a la muerte de una mascota

Pautas para elaborar el duelo

  1. Tiempo para procesar. Los siguientes días no hagas grandes planes o cambios drásticos: es tiempo de recogimiento. Tus emociones aflorarán a cada rato y necesitarás empezar a procesar lo que ha sucedido. Si convives con tu pareja o familia, daros tiempo para procesar cada uno a su manera el duelo (respeta que cada uno tiene un proceso diferente). En México tienen una palabra apapachar que significa “acariciar con el alma”. Eso es exactamente lo que necesita alguien que está en una fase de duelo, una caricia al alma para ir poco a poco recuperándonos del dolor.
  2. Carta de despedida. Escribe una carta de despedida en la que expreses lo que sientes por los años que habéis vivido juntos. En la carta puedes agradecer el tiempo que habéis vivido juntos, o hablar sobre los recuerdos que atesoráis en la retina o las describir las anécdotas más felices, etc. Es una carta que te ayudará a resumir vuestra historia y te servirá para llenarte de alegría por todo lo que habéis podido vivir juntos. Si no te salen las palabras, también puedes buscar una frase que resuma lo que ha significado para ti tu mascota.
  3. Donar sus cosas. Elige de entre sus cosas algún recuerdo que quieras guardar y que tenga un alto valor sentimental para ti. El resto de las cosas lo mejor que puedes hacer es donarlas. Es importante hacer este ejercicio para poder dar espacio al cambio y procesar el duelo. En mi caso elegí su peluche favorito para quedármelo, guardé algunas cosas para la familia y donamos el resto de las cosas a la protectora para que otros perros puedan beneficiarse del amor y cuidados que tuvo Aníbal.
  4. Fotos. Crea un álbum (físico o virtual) con todas las fotos y vídeos que tengas de tu mascota. Elige algunas para colocar en un marco de fotos o para crear un collage que te permita verlas y conectar con todos los bellos momentos vividos. Recuperar esas imágenes te transporta a esos momentos felices. Escoge un lugar especial para poner las fotos y ten presente que siempre que lo necesites podrás ver sus fotos para recordar los maravillosos momentos que vivisteis juntos.
  5. Honra su vida. Junto con las fotos otro espacio que te ayudará a procesar el duelo es aquel en el que coloques algún objeto significativo (fotografía con frase, una urna, un juguete, etc.). En el periodo de transición hasta completar el duelo puede convertirse en un espacio sanador para sentir su cercanía hasta que te sientas libre de soltar y dejar ir. Es la mejor manera de honrar su vida y el lugar que ocupó en tu corazón. (Te dejo este vídeo con un ejercicio sobre duelo de Ángeles Wolder).
  6. Otra mascota. Podemos caer en el error de querer olvidar rápidamente para evitar conectarnos con el dolor. Antes de plantearse tener otra mascota, hay que elaborar el duelo y honrar el lugar que ocupó nuestra mascota. No podemos estar disponibles para otro si no hemos cicatrizado antes nuestras heridas.
  7. Paciencia. Los días posteriores son muy tristes y difíciles. Si aceptamos la tristeza y le permitimos que nos acompañe podremos avanzar en el día a día. El duelo no se puede medir en tiempos exactos. Paciencia contigo mismo/a y con los tuyos porque cada uno necesita tiempos distintos.
  8. Rutinas. Las rutinas nos ayudan a estar conectados con la vida, por eso es recomendable mantener ciertas rutinas como las horas de las comidas o de sueño. Pero si no te apetece hacer algo, no lo hagas, no fuerces al cuerpo. Avanza según necesites y deja que tu cuerpo y tu mente se vayan acostumbrando poco a poco a la pérdida. Cada día será un poquito más fácil que el anterior.
  9. Comunicar la muerte a los niños. Para evitar el dolor que supone comunicar la muerte a un niño se suele camuflar con historias menos traumáticas e incluso no hablar de la muerte. Debemos tomar como una oportunidad el poder hablar del dolor, de la pérdida y de la muerte sin engaños ni invenciones con los niños. Esto les permitirá comprender que la muerte es un proceso natural y que cada uno lo vive de manera diferente, con distintas reacciones emocionales y que conlleva un tiempo aceptar y elaborar el duelo.

Estas son unas recomendaciones, pero no significa que sean iguales para todas las personas. Cada persona afrontará el duelo de diferente manera y avanzará poco a poco hasta recuperar un cierto equilibrio emocional.

En estos días me he sentido desorientada, incluso en ocasiones sin capacidad para pensar con claridad. He perdido el apetito, no duermo bien, se me cae el pelo y me invade la angustia y la tristeza en cualquier momento. Estoy procesando el duelo y aprendiendo a vivir sin Aníbal.

Llegará un día en que podré pronunciar su nombre sin que mis ojos se empañen. De momento sonrío al recordar nuestras anécdotas. Solo cuando la alegría por lo vivido supere el dolor de la pérdida sabré que he elaborado el duelo.

Espero que estas recomendaciones te ayuden tanto a elaborar el duelo de tu mascota como a poder acompañar a otros que están en el proceso.

Aníbal. Maestro de travesuras y compañero incondicional. Te extraño tanto que mi corazón me duele terriblemente. Gracias por todo lo que nos has dado. Te quiero mi pequeño.

© Instituto Ángeles Wolder – Todos los derechos reservados.

Aclaración: La Descodificación Biológica es un acompañamiento emocional complementario, no sustitutivo de ningún otro tratamiento médico, que el cliente escoge libremente para su bienestar emocional. Debe aclararse que el Instituto Ángeles Wolder no da consejos médicos ni recomienda finalizar ningún tratamiento.

Antes de irte

¡Hola! Soy quien ha escrito este artículo

Aranzazu

Aranzazu

Psicoterapeuta y Docente. Directora de Proyectos y RR.HH. del Instituto Ángeles Wolder. Licenciada en Psicología. Máster en Psicología de la Educación MIPE. Máster en Dirección y Gestión de RRHH. Formada en emergencias y catástrofes, Psicodrama, Constelaciones Familiares, Descodificación Biológica Original y Acompañamiento al Duelo.
Reflexiones de lectores

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18 comentarios en «Cómo superar la pérdida de una mascota»

  1. Perdí a mi mascota luego de un año de correr con distintos profesionales…donde supuestamente tenía asma y alergia que le provocaba edemas d glotis…murió de la peor forma después de llegar a casa del Veterinario…ahogado…corrimos a un centro veterinario y creo q no fue atendido adecuadamente…no esperábamos que falleciera…se me fue sin esperarlo…no tengo respuestas de los Veterinarios…y no lo puedo superar…hasta siento culpa

    Responder
    • Hola Liliana,

      La muerte inesperada de un animal querido es muy dolorosa. Muchas veces nos quedamos buscando respuestas a los “y si…”. Con tus recursos y con la información disponible, además del acompañamiento de los profesionales, hiciste todo lo que estuvo en tus manos. Para poder soltar y realizar el duelo es importante trabajar el sentimiento de culpa. Salir de esa fase para aceptar la muerte como parte de la vida.

      Espero que consigas encontrar poco a poco el consuelo y conectar con los bellos recuerdos que seguro tienes con tu mascota.

      Un saludo,
      Aran

      Responder
  2. Hola Aran
    El dia que perdiste a Anibal, nosotros estabamos perdiendo poco a poco a Reina.
    Reina se fue luego de 14 años de vida juntos!
    Aun con lagrimas en los ojos, porque la alegria de recordar la vida con ella aun no ha llegado, la gratitud hacia ella me invade. Porque ha estado con nosotros con una razon, nada es casual. Al encontrarla en la calle, me encontre a mi misma y toda la vulnerabilidad que habitaba en mi en sombra.
    Los animales siempre nos traen informacion….son grandes maestros

    Gracias por el articulo
    Andrea Sampere

    Responder
    • Hola Andrea,

      Lamento mucho la pérdida de Reina. Gracias por compartir tu historia.
      La muerte es un proceso que nos obliga a ir acomodando el recuerdo y el dolor con tiempo y paciencia.
      Los animales nos enseñan partes que desconocíamos de nosotros mismos y nos conectan con un amor incondicional y sin juicios.

      Un abrazo,
      Aran

      Responder
    • Hola hace 7 días, mi perrito chilaquil fue atropellado, murió en mis brazos, no pude cerrar sus ojitos, se fue viendo mi cara y no puedo evitar sentir un dolor inmenso en mi corazón, era mi compañero fiel, mi guardián siempre pendiente de mis movimientos siempre pegados mi, no se como superar su partida, fue horrible ver como lo atropellaron y como en instantes se fue.. me duele mucho su ausencia.

      Responder
      • Hola Lilia,

        Lamento mucho tu pérdida y que hayas vivido una situación tan dolorosa.
        En estos casos, la recomendación es que alguien con experiencia en duelo pueda acompañarte en este proceso que estás viviendo. Sobre todo para poder procesar la imagen y poder empezar a elaborar el duelo por lo vivido y perdido.
        No podemos encontrar sentido a un momento tan doloroso, pero con el tiempo podemos aprender a vivir con la ausencia.

        Algo que puedes hacer hasta que tengas alguien de confianza que te acompañe a trabajar el trauma, es darle el reconocimiento que te gustaría a tu perrito. Quizás son unas palabras, quizás es un escrito o una ceremonia, pero que te ayude a poder agradecer el tiempo que habéis compartido y te sirva para empezar a llorar la pérdida sin conectar con atropello.

        Te abrazo en este momento tan difícil.

        Aran

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  3. Perdí a mi hijo gatuno Bruno hace 4 días, tenía casi 8 años y era la luz de mis ojos, lo amaba profundamente, se fue de manera intempestiva y no sabemos aún qué le pasó, lo cual hace muy dolorosa su partida. Salimos de viaje 5 días y alguien lo cuidaba diariamente, pero cuando llegamos a casa lo encontramos casi sin poder respirar, a pesar de que corrimos a llevarlo a urgencias esa noche murió, nos dicen que lo más seguro es que brincoaspiró. Era el más dulce, puro, cariñoso, hablador, hacia ruiditos que amábamos, dormía conmigo y compartió con mi hija desde su nacimiento como un ángel guardián, lo extraño muchísimo y me siento con el corazón roto en mil pedazos. Lo extraño y quiero sentirlo, me da mucha culpa no haber estado y actuado a tiempo. Bruno marcó mi corazón para siempre y es parte de mi, algún día nos volveremos a encontrar. Te amo mi prupru.

    Responder
    • Hola Bibi,

      Te agradezco que en un momento tan triste y difícil compartas lo que ha sido para ti Bruno. Dejan una huella en nosotros imborrable y vivir sin su compañía, afecto y amor es doloroso. Espero que poco a poco los buenos momentos y los recuerdos te ayuden a avanzar.

      Por lo pronto, déjate sentir.

      Te abrazo,
      Aran

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  4. Aran, gracias por tus palabras de ánimo, seguro así será y podré llevarlo solo con recuerdos felices en mi corazón. Ten abrazo!

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  5. Hola Aran, en mí caso, llevo ya 1 año y 3 meses desde que Yelka, una pastor alemán de pelo largo dejó de acompañarme en un plano físico. 9 hermosos años convivimos, en mi casa sólo era ella y yo, no había más, no necesitaba de nadie más, sin embargo por motivos laborales tuve que irme a vivir a otro lugar no pudiendo llevarme a mi hermosa amiga, ella se quedo con mis padres y mi hermano quienes la atendieron como a una hija más. Mis visitas eran constante pero no suficientes como para no extrañarla. Dato curioso que quiero compartir, ella y yo padecimos de algo similar casi al mismo tiempo, a mi me diagnostican menopausia prematura a mis 28 años y a ella la imposibilidad de poder cruzarse de manera común pues su vagina era muy pequeña como la de un cachorro (eso no lo supe hasta después). Yo quería embarazarme y deseaba que Yelka tuviera perritos, la historia no fue así. Cuando yo decidí someterme a un tratamiento para embarazarme no tuve éxito y fue cuando me enteré que ella tampoco podía hacerlo. Un año después murió dormida sin tener ningún antecedente de que estuviera enferma. No me fue posible llegar a despedirme… Actualmente siento un temor inmenso por volver a imaginarme con otra compañera, no me atrevo a mirar sus fotos aún y siento que no he podido trabajar mi duelo.
    Esto lo comparto con mucho cariño y respecto a todos las historias tan hermosas que he leído.
    Atte: Moni

    Responder
    • Hola Mónica,

      Gracias por compartirnos tu historia tan personal y la huella que ha dejado Yelka en tu vida. La elaboración del duelo es un proceso lento que nos lleva a revisar nuestra historia de vida, las necesidades pendientes de resolver y a escucharnos.

      El miedo puede llegar a ser paralizante, sobre todo cuando no estamos preparados para conectar con el dolor y atravesar las sensaciones que afloran. Si aún no te decides a buscar un acompañamiento profesional puedes empezar con la escritura terapéutica sobre qué significa para ti la pérdida de Yelka.

      Espero que poco a poco encuentres calma para tu alma.

      Un abrazo,
      Aran

      Responder
      • Gracias Aran!! tus palabras me vuelven a colocar en un camino que no he querido recorrer como bien dices, por el miedo que paraliza. Me encantó tu propuesta de escribirle una carta a Yelka…quizás sea el comienzo de comenzar con este proceso.

        Nuevamente gracias!
        Besos desde México!

        Responder
  6. Hace exactamente una semana perdi a mi perro roco tenia una enfermedad q crei q podria sobre llevarse por varios años mas y no fue asi. Tengo un nudo de emociones. Enojo y culpa por no haber sacado mas fotos estar mas tiempo con él ,no haber descubierto antes su enfermedad para que hubiera sido tratado con tiempo. Escribo esto llorando y aun no puedo aliviar mi dolor.

    Responder
    • Hola Rocío,

      Lamento mucho la pérdida de Roco y entiendo perfectamente tu dolor a través de tus palabras. Agradezco que compartas lo que estás sintiendo y es totalmente comprensible y natural el proceso que estás viviendo. La fase de enfado y culpabilización es parte de las fases del duelo que experimentamos cuando perdemos a alguien importante, en este caso, a tu querido Roco.

      Como tú, también pasé por una fase de enfado y culpa porque en menos de 24 horas tuvimos que despedirnos de Aníbal y nadie me había preparado para ello. Incluso tenía mucho resentimiento por las decisiones tomadas, pero sobre todo, me cuestionaba a cada segundo “y si…”. Días después, hablando con un amigo que ha pasado por este proceso varias veces con sus mascotas me dijo “Los “y si…” no te van a devolver a Aníbal, tomaste la decisión más amorosa y respetuosa por su vida y lo menos dolorosa posible para acompañarlo en el último tramo de su vida”. Me desmonté por completo pero me sirvió para soltar la culpa y empezar a rendir homenaje a los maravillosos 13 años compartidos. Desde hace 3 meses tengo un lugar especial en casa al que acudo para mirar sus fotos, recordar lo mucho que le quería (y le quiero) y lo que tantísimo que le echo en falta. Sé que sigo en el proceso de elaborar el duelo, pero acepto que todavía duele y que con mis recursos y desde el amor, lo hice lo mejor posible. Sigue pesando su ausencia, pero voy aprendiendo cada día.

      Rocío, confía en que tomaste las decisiones más amorosas desde tu conocimiento y con los recursos que dispones y permítete transitar este camino que poco a poco se irá haciendo más ligero.

      Te envío un abrazo virtual,
      Aran

      Responder
  7. Yo acabo de perder a mi perrito chihuahua solo tenia 1 año con ella y era de mi madre que también la perdí este año , no entiendo el dolor inmenso que tengo y siento qué tal vez tenga que ver con el duelo de la pérdida de mi madre , ya que mi chorejas era de ella y era un recuerdo de mi madre , yo estoy enojada con la vida por que se fue mi perrita prematuramente ya que murió envenenada , yo esperaba estar con ella muchos años más pero no fue así

    Responder
    • Hola Lulu,

      Lamento mucho la pérdida de tu madre y de tu perrito. Entiendo tu dolor y enfado, y es lógico pasar por ello cuando se trata de la muerte, sobre todo aquella que no se entiende.

      Tienes muchas otras formas de recordar a tu madre, te animo a que busques aquellas que te hagan bien y te permitan conectar con su amor.

      Un fuerte abrazo en este proceso de elaborar tu duelo.

      Aran

      Responder
  8. Gracias por tus consejos, me sucede lo mismo que a vos….1 semana que se nos fue Sharon, una gatita siamesa hermosa, casi 21 años disfrutando de ella….y por la edad, era hora, pero uno no lo digiere….Es bueno saber que los que amamos a los animalitos de Dios, nos pasa a todos lo mismo…..Gracias….

    Responder

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