1 de mayo: Día Internacional del Trabajo y de los trabajadores
Los seres humanos tenemos algunas características qué son permanentes. Somos seres sexuales, sociales y tenemos que realizar actividades para poder sobrevivir. En la época primitiva la búsqueda del alimento y de un espacio seguro era un motivo constante para permanecer en movimiento cada día. Poneros en la piel de una persona que cada día desde que se despierta se pone en marcha para buscar algo que le es vital pero que no sabe si va a encontrar o no. Nosotros podemos organizarnos para trabajar unos días y descansar otros por lo que el concepto de tiempo libre para otras actividades es relativamente nuevo y además sabemos que si no consiguiéramos por nuestros propios medios encontrar lo necesario podemos acudir a entidades que nos ayudarán un tiempo por lo que la urgencia deja de ser tan urgente.
En la actualidad contamos con más posibilidades, más diversidad y más riqueza que en otras épocas.
Hoy el trabajo no solo es un medio para conseguir sobrevivir si no una forma de realizarse como persona dentro de un sistema.
Todos nacemos en el seno de una familia que tiene recursos y también necesidades. Sabemos que todo sistema busca el equilibrio y si algo se necesita algún miembro lo aportará. El trabajo es una forma de cubrir esas necesidades no satisfechas y por ejemplo si en la familia un miembro de esta perdió dinero con el juego, con inversiones o por mala gestión en generaciones posteriores llegará alguien que sepa hacer muy bien eso que otro no lo hizo adecuadamente. ¿Cómo podrá hacerlo? Por ejemplo, ahorrando, trabajando en un banco, en una compañía financiera, realizar a la contabilidad en algún lugar donde se gestiona el dinero o teniendo un negocio de préstamos.
¿Cuánto tiempo realizará este trabajo? El necesario para calmar el estrés del sistema familiar y eso puede ser toda la vida laboral o durante un periodo determinado.
El mercado laboral hoy es impresionantemente flexible. En esta época es fácil cambiar de trabajo varias veces e incluso en un mismo año o tener contratos de días o semanas. Hay cambios en la vida laboral mucho más frecuentes que hace 50 o 100 años y seguramente esto se debe, sin entrar en análisis sociológicos del mercado actual, a que los problemas vividos en la familia son de menor intensidad para la supervivencia. No es lo mismo morir debido a la pobreza, como ocurre si hay falta de alimento o de atención sanitaria, que no poder hacer una compra de algo que puede ser considerado un “capricho” o irse de vacaciones.
Hoy podemos decir que trabajamos para satisfacer nuestra necesidad de desarrollo y el trabajo nos sirve para vivir. Eso en la pirámide evolutiva está mucho más arriba que cubrir necesidades de supervivencia.
Tener un trabajo o realizar una actividad es ofrecer nuestros dones al mundo, poder manifestar nuestra propia misión de servicio para con la humanidad y eso está mucho más allá de llevar a cabo una serie de tareas. Es saber que cada uno en el lugar en el que este es una fuente de amor que está al servicio de otras personas y ofrecerlo con el máximo cariño y respeto por lo que se realiza. Por un lado, sanamos el sistema familiar, por otro podemos hacer lo que nos lleva a expandir nuestra conciencia y con todo ello colaborar ´con un fin común mayor”. El trabajo dignifica: si, a todos nosotros.
A través del trabajo evolucionamos, permitimos que nuestra familia cierre temas inconclusos y ayudamos a construir un mundo más sano.
Si quieres profundizar en el tema flexibilidad en el trabajo te invito a leer: La corrosión del carácter de Richard Sennet.