¿Conocéis el juego? “¿Lobo está? Se está preparando. Y algún día saldrá para comerte….” o quizás tengas los recursos dentro para evitar que el lobo te pegue el zarpazo. Han pasado un buen par de años en los que el lobo iba asomando la cola y ahora ya está jugando lo que quizás mejor le sale que es dar miedo.
El miedo es una emoción que durante miles de años ha sido útil para protegerse, cuidarse y en última instancia sobrevivir. Ese es el objetivo de la humanidad: sobrevivir y dar una descendencia para que los humanos puedan permanecer en la tierra. Para poder conseguirlo es necesario tener las necesidades básicas cubiertas y en la medida en que estás ya no requieren de nuestra atención se pasa a otras necesidades llamadas superiores. Eso quiere decir que primero hay que asegurar el poder respirar, alimentarse, tener un techo donde guarecerse, sentir seguridad, contar con pares o referencias, sentirse acompañado. Si esto está cubierto la persona puede ir en busca de más como encontrarse con otros grupos, relacionarse, comunicarse y dialogar. Aprender, experimentar y realizarse.
Es sano sentir miedo cuando este nos permite calcularlo que tenemos que hacer para conservar la vida. No es sano sentir un miedo imaginario que nos limita y nos impide realizarnos. Si tenemos que cruzar la calle y no vigiláramos muy posiblemente nuestra vida se acortaría. Si en la época de las cavernas los primeros habitantes no hubieran sentido miedo y se hubieran enfrentado a los peligros sin calcular las dimensiones del mamut o del oso hoy pocos estaríamos por aquí. Por eso el miedo es de agradecer siempre y cuando esté en la dosis adecuada.
Los resultados de las elecciones en USA han dado que hablar en México calificándolos una buena parte como “desastre”, “incertidumbre”, “sacudida global”, “a temblar” o “shock” y que muestran unos sentimientos de una buena parte de la sociedad latina tanto de un ladocomo del otro lado de las fronteras. Me atrevo a decir que se vive con miedo.
Desde la Descodificación Biológica ponemos una mirada a estas expresiones para saber “cómo ha sido vivido un evento” y a partir de ahí inferir que tipo de enfermedades podrían aparecer:
- “desastre”: es el derrumbe de existencia o de pérdida de referencias que puede provocar un aumento en la retención de líquidos o edema hasta un cuadro de insuficiencia renal.
- “incertidumbre” ante un estrés: glándulas suprarrenales con síntomas como el feocromocitoma que aparece ante un estrés intenso sostenido que produce un aumento de producción de adrenalina y noradrenalina.
Cuando la “incertidumbre” hace dudar a la persona (me voy, me quedo, no sé qué hacer) y siente desvalorización por tomar el camino equivocado (cuál es el camino correcto, he cogido el camino equivocado) también afectará a las glándulas suprarrenales pero en la zona de su corteza dando lugar a la desaparición del tejido, disminución del cortisol, agotamiento extremo y la Enfermedad de Addison. La persona nota un gran cansancio muy extremo.
- Cuando la sensación es de “sacudida global”: los síntomas pueden aparecer en los huesos, músculos o nervios como los casos de parálisis.
- Igual en “a temblar” que dará enfermedades de nervios como esclerosis lateral si además se agrega un no debo estar aquí o ahí o un debo estar aquí para sobrevivir pero al mismo tiempo si me quedo aquí me pueden pillar.
- Si la personase siente desvalorizado por no conseguir los resultados esperados puede tener lesiones como tendinitis, bursitis, problemas óseos, musculares e incluso de sangre.
- Si le falta el aire a los suyos para vivir puede entregar su propio oxigeno (metafóricamente hablando y hacer una anemia).
- Si el sentir es de no me puedo organizar o limitar el territorio las zonas que se activan son las vías urinarias incluyendo la vejiga que en fase de solución del conflicto hará cistitis, cólicos renales, inflamación de vías.
- Si la sensación es de tengo que proteger a los míos pueden aparecer desde nódulos mamarios a otras patologías mamarias.
- El miedo a morir activa las células de los pulmones que en fase de solución harán una infección pulmonar como neumonía o pulmonía.
- Las contrariedades indigestas se marcaran en los órganos del sistema digestivo como dolor de estómago, digestión lenta, flatulencias, vómitos o diarreas entre otros muchos.
¿Por qué hay tanto miedo en unos sectores de población inmigrante en Estados Unidos?
Quizás porque la imaginación de lo que pueda ocurrir se está haciendo cada vez más real. En el ambiente aparecen los fantasmas del terror o pánico, miedo a lo desconocido, inseguridad, pérdida de referentes, de amargura, invasión y/o pérdida de territorio, de amenaza a las personas y a su espacio vital, de no reconocimiento y de ataque a la identidad, de no pertenencia, de agresión y ataque a la integridad y tantísimos otros que pueden convertirse en situaciones que en Descodificación Biológica llamamos de conflicto biológico. El lobo está jugando y nadie sabe hasta dónde puede llegar su juego o sus amenazas pero están en el ambiente causando lo que es menos sano que es el miedo a que algo ocurra y el miedo imaginario es exactamente igual que sea real como aparezca en nuestros pensamientos y puede provocar una enfermedad de la misma manera que si ocurriera un shock o conflicto biológico.
El miedo de la población migrante puede ser a no poder conseguir atrapar el bocado, no poder tener un salario digno, no tener recursos, no tener un lugar seguro, no disponer de su propia vida porque los demás disponen de como se ha de vivir. Aquí pueden aparecer problemas en los dientes, en la boca y en el aparato digestivo.
También a que sus remesas que aseguran la alimentación de los suyos en el país de origen sean retenidas o directamente confiscadas tal como ha anunciado el Sr. Trump y encima para construir un muro con cargo a los mexicanos. Si le sacan a una persona su dinero o sus reservas puede activar problemas en el hígado ya que es el órgano encargado del almacenamiento.
Aun peor a ser acusado, deportado, maltratado. La amenaza está en el ambiente. El lobo está preparándose. Si se vive desde la injusticia las lesiones pueden ser de columna cervical o de vías biliares y pancreáticas.
¿Qué se puede hacer?
Vivir el presente. Esperar lo real, lo que pueda ocurrir y dejar de imaginar lo peor. Lo peor puede llegar. ¿Qué tal si se espera lo mejor? Nadie sabe cuál será el resultado de la próxima gestión presidencial en USA.
Hoy más que nunca se hace necesario que las personas confíen, puedan asegurarse un trato justo y sobre todo que consigan hablar lo que sienten profundamente ante esta situación. He visto en Internet que un organismo de la Secretaría de relaciones exteriores y Cancillería ha puesto a disposición de los ciudadanos mexicanos un teléfono gratuito 1877 632 6678 mediante el cual serán asesorados y se brindará apoyo.
Los encuentros que sirvan para positivar y no para aumentar el miedo. Que aumenten las redes de apoyo y de comunicación ayudará a prevenir síntomas que de nada servirían.