Límites con amor

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Los métodos de crianza se cuestionan constantemente y podemos observar varias tendencias. Desde la línea que quiere romper con todo lo vivido a la tendencia a reproducir el mismo patrón con el que nos educaron sin pensar y sin cuestionarlo.

Ahora se oye mucho sobre la “maternidad y paternidad real”. En todos lados aparecen expertos que explican cómo ha de ser la crianza del S.XXI:

  • Cómo ha de ser el sueño infantil.
  • La lactancia materna con la asesora de lactancia.
  • Qué alimentación es la adecuada para comer de todo.
  • Cómo hay que portear.
  • Qué calzado es el más adecuado para los primeros pasos.
  • Qué posición ha de tener la sillita de pasear.
  • Los peligros de decir no.
  • El uso de las pantallas antes de los 6 años.

Y la lista sigue y sigue con un sinfín de métodos y prácticas para que consigas tu título de “maternidad o paternidad real”.

La culpa, el cansancio y la frustración

Cómo buena madre primeriza me tiré todo el embarazo y el primer año de vida de mi hija intentando llegar al ideal de madre real. Consulté libros, blogs, empecé a seguir cientos de cuentas en IG y me aprendí de memoria todos los métodos para favorecer el desarrollo infantil.

Agotada, con falta de sueño y con sentimientos de culpa constante por intentar conciliar vida personal y profesional, me encontré al cabo de un año cuestionando todo lo que había hecho.

Entre el aluvión de información contradictoria que encuentras en internet y las expectativas “irreales” de lo que es la maternidad nos lleva irremediablemente a la frustración.

Dejé de seguir a las cuentas que hablaban de maternidad real (bajo mi punto de vista, maternidad irreal), dejé de consultar libros, desteté y empecé a mirar a mi hija para poder acompañarla desde mi intuición.

Las necesidades de nuestros hijos e hijas

Los infantes necesitan de sus padres que nos responsabilicemos de su óptimo desarrollo de manera amorosa y coherente para toda la familia.

No existe una única fórmula, método o formato. Cada uno ha de encontrar qué es lo mejor para que la familia evolucione y permita que el niño o niña se desarrolle en un entorno estable, cercano y responsable.

Y nuestra responsabilidad como adultos es la de saber poner límites. Sí, límites con amor.

La importancia de los límites

Un niño no puede decidirlo todo. Es responsabilidad de los padres y madres decidir qué es lo más adecuado para él o ella en cada etapa de su vida.

Si no ponemos límites, estamos faltando a nuestras responsabilidades como adultos. No sólo se trata de la supervivencia de los niños, sino de asumir nuestro rol como padres adultos en las cuestiones que le ayudarán a ser un adulto responsable en un futuro.

Sin límites creamos entornos de desprotección e inseguridad. Es por ello que para poner límites hemos de emplear la autoridad.

A través de la autoridad podemos establecer los límites sabiendo que buscamos siempre el bienestar de los niños, su seguridad y su protección.

  • ¿Qué ha de comer?
  • ¿Cómo se ha de vestir?
  • ¿A qué hora nos vamos a dormir?
  • ¿Cuándo toca bañarse?
  • ¿Qué pueden ver en las pantallas?

Poner límites es aprender a decir NO. En la capacidad de poner límites se encuentra el adulto responsable.

Cómo establecer límites con amor

La autoridad y los límites no se negocian, pero podemos usar estrategias para hacer más fácil la comunicación.

Hasta los 6 años:

No existe la negociación, sino que podemos optar por ofrecer opciones. Se trata de darle sólo dos alternativas que establece el adulto según su criterio sabiendo qué es lo mejor para ellos. Por ejemplo:

  • Es hora de comer fruta, podemos darle a elegir entre dos opciones ¿Quieres plátano o manzana?
  • Estamos paseando por la calle y nuestro/a hijo/a no quiere caminar y pide que lo llevemos en brazos. ¿Quieres caminar de la mano o quieres ir en cochecito?

A partir de los 6 años:

En esta etapa es posible permitir cierta negociación, pero eligiendo siempre las opciones previamente. Por ejemplo, podemos permitir que escojan entre dos o tres opciones bajo su responsabilidad:

  • Puedes comer galletas ahora o en el parque, pero antes de llegar a casa porque luego cenaremos.
  • Puedes ver dos programas infantiles antes de la hora del baño y elegirlos tú. Después ya no hay pantallas.

En la adolescencia:

Es una etapa completamente distinta en la que como adultos tenemos la responsabilidad de hacer corresponsables a nuestros hijos de la buena convivencia familiar.

La educación y la crianza necesitan tiempo, por lo que no podemos educar en base a consejos y “tips”.

Tipos de crianzas

Los hijos buscarán el límite y probarán qué sucede si lo cruzan. No lo hacen para fastidiar ni como algo personal, es parte de su desarrollo y aprendizaje.

Como padres, podemos adoptar diferentes estilos de crianza. En algunos casos nos saldrá de forma innata, te dejo un ejemplo para que puedas detectar qué estilo de crianza predomina en tu caso.

Imagina que hemos de salir a la calle y no se quiere poner la chaqueta. Estas son las respuestas basadas en los diferentes estilos de crianza:

  • Crianza autoritaria: No saldremos hasta que no te pongas la chaqueta.
  • Crianza permisiva: No pasa nada, cuando quieras te pones la chaqueta.
  • Crianza pasiva: Haz lo que quieras, tu mismo/a.
  • Crianza democrática: Puedes ponerte ahora la chaqueta o antes de salir a la calle.

Según el estilo de crianza se optará por gestionar la situación de una manera u otra. Ahora bien, es posible que en un principio decidas optar por un estilo autoritario y que no te guste cómo gestionas la situación.

Cuestionarse y reflexionar sobre qué es lo mejor para nuestros hijos es sano y es nuestra responsabilidad. Es un acto de amor.

No olvidemos que nos podemos equivocar y aprender de ello. Porque, equivocarse es de padres, pero reflexionar es de adultos.

Mi yo adulto y responsable tiene la capacidad de reflexionar sobre si actúo por repetición de patrones aprendidos, si me estoy rebelando contra historias no resueltas de mi infancia o si busco conectar con mis hijos desde los límites con amor.

Poner límites: las heridas emocionales

Inconscientemente la incapacidad de poner límites tiene que ver con heridas emocionales. Tenemos muy arraigada en nuestras creencias la dificultad que supone poner límites porque seguramente, tengamos conflictos sin resolver con la autoridad (papá y mamá).

Y si ponemos atención, nos daremos cuenta que la dificultad de decir NO la hacemos extensiva a otras áreas de nuestra vida, como puede ser en la pareja, en las relaciones personales o con la familia.

Si te cuesta decir no a tus hijos, es posible que estés resonando con la historia sin revolver de tu infancia. La paternidad y la maternidad nos conecta inevitablemente con nuestro niño interior y nos hace revivir heridas sin sanar.

Es momento de escuchar a tu niño interior para no proyectar en tus hijos tus vivencias sin resolver.

Heridas emocionales sin resolver según el tipo de crianza

Los estilos de crianza nos pueden dar pistas de las heridas emocionales que tenemos sin resolver. Por ello es importante que revisemos nuestras heridas para no proyectarlas en nuestros hijos.

  • Crianza autoritaria: son las heridas que más tardan en sanar.
    • Herida emocional: rechazo, abandono, humillación e injusticia.
    • Conflicto sin resolver: la falta de vínculo y reconocimiento paterno y/o materno provoca miedo al rechazo, sensación de abandono e injusticia o dificultad para establecer vínculos.
  • Crianza permisiva: la falta de control parental provoca una falta de referentes que son imprescindibles para el desarrollo madurativo de los niños.
    • Herida emocional: abandono.
    • Conflicto sin resolver: Una crianza sin límites y sin control paterno y/o materno puede convertir a los niños en “pequeños dictadores” con dificultad para gestionar la frustración y la autoridad.
  • Crianza pasiva: La crianza pasiva (también considerada negligente) es una desprotección hacia los niños que fomenta el desapego y la incapacidad de establecer vínculos sanos.
    • Herida emocional: abandono y rechazo.
    • Conflicto sin resolver: la falta de apego seguro y un entorno saludable afectan directamente al desarrollo del niño que lo vive desde la desprotección, y el abandono.
  • Crianza democrática: Aunque pretendamos dar a nuestros hijos una educación democrática, es inevitable conectar con determinadas vivencias propias que nos hacen revivir las heridas. Es por ello, que aunque adoptemos un estilo de crianza democrático, no debemos olvidar que la vida nos pone situaciones que si no resolvemos, proyectaremos en nuestros hijos.

En el Diplomado en Descodificación Biológica imparto una unidad, Proyecto y Sentido, dedicada a revisar las heridas emocionales de nuestros primeros años de vida y los anhelos que han proyectado los padres en sus hijos. Esta unidad nos permite descubrir nuestras huellas y heridas abiertas, pero también entender el contexto en el que fuimos criados, con el objetivo de que, desde nuestro rol de adultos podamos reconectar amorosamente con nuestro niño interior.

Si quieres saber más sobre cómo se establecen los vínculos afectivos, no te pierdas este vídeo de Ángeles sobre el rol de la madre:

Ejercicio para conectar con tu niño/a interior

Te propongo un ejercicio muy simple para conectar con tu niño/a interior.

  • Elige una foto de tu infancia y mírala con atención.
  • Mira a ese niño/a con amor y dile: “En mi alma todavía soy ese/a niño/a”.
  • Déjate sentir y permite que tu cuerpo experimente cada una de las emociones. Abrázalas y conecta con ellas.
  • Escribe una carta a tu niño/a interior sobre lo que has sentido con este ejercicio dándole las gracias por lo aprendido.

Ahora que has conectado con tu niño interior, es un buen momento para seguir revisando en profundidad las heridas emocionales.

Y si quieres profundizar en los roles y los vínculo afectivos, te recomiendo mi curso de Iniciación a las Constelaciones Familiares en el que podrás revisar tu rol en la familia, qué heridas no se han resuelto de tu infancia y proyectas en tu etapa adulta y cómo afecta al resto de personas de tu vida.

El resultado de los límites con amor

La manera en cómo se establecen las relaciones, los vínculos y los valores en familia marcará el futuro de cada niño/a. La crianza ayudará a la construcción de la identidad social e individual de los niños.

Como padres y madres hemos de trabajar para proporcionar estos espacios de desarrollo amoroso en casa, sabiendo en todo momento que nuestro rol es el de adulto responsable y el de nuestros hijos, es el del niño en pleno proceso de aprendizaje.

¿Cómo ha sido o está siendo tu maternidad? ¿Con qué dificultades te has encontrado? ¿Te cuesta poner límites? Cuéntame tu experiencia en los comentarios. Entre todas y todos podemos acompañarnos en esta etapa de aprendizaje constante.

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Aclaración: La Descodificación Biológica es un acompañamiento emocional complementario, no sustitutivo de ningún otro tratamiento médico, que el cliente escoge libremente para su bienestar emocional. Debe aclararse que el Instituto Ángeles Wolder no da consejos médicos ni recomienda finalizar ningún tratamiento.

Antes de irte

¡Hola! Soy quien ha escrito este artículo

Aranzazu

Aranzazu

Psicoterapeuta y Docente. Directora de Proyectos y RR.HH. del Instituto Ángeles Wolder. Licenciada en Psicología. Máster en Psicología de la Educación MIPE. Máster en Dirección y Gestión de RRHH. Formada en emergencias y catástrofes, Psicodrama, Constelaciones Familiares, Descodificación Biológica Original y Acompañamiento al Duelo.
Reflexiones de lectores

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2 comentarios en «Límites con amor»

  1. Hola, soy madre primeriza, mi bebé apenas tiene 4 meses y leer esta parte de la crianza desde la intuición me resonó mucho me tranquilizó, pues yo y su padre deseamos proporcionarle lo que creemos que es mejor con perspectiva más humanista y holística, pero a veces me siento que me presiono y aun mi bebé pues es bebé.

    Responder
    • Hola Daniela,

      ¡Enhorabuena por tu estrenada maternidad!
      Sentir la presión por llegar a todo puede ser abrumador.
      Cuando sientas que te presionas, intenta soltar el resultado, porque así dejarás ir a la parte exigente y te permitirás disfrutar de cada avance y momento.

      Responder

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