La vida puede ser extraordinaria

Considerado por sus seguidores como “el padre de la motivación”, el Dr. Wayne Dyer murió el pasado 29 de agosto en Hawái a la edad de 75 años. Doctor en Orientación Educativa por la Universidad de Wayne State, Dyer vio la necesidad de trasladar sus enseñanzas a una audiencia mayor a través de las numerosas obras que publicaría durante su vida. La primera y más famosa de ellas, “Tus zonas erróneas” se convirtió en un best-seller mundial llegando a vender alrededor de 35 millones de copias.

El éxito de su primer libro cambió su vida convirtiéndose así en un autor de referencia en los ámbitos de la auto-ayuda y el crecimiento personal. Después de publicar varios libros sobre la psicología del desarrollo personal, Dyer sintió que algo estaba cambiando en su pensamiento que le llevó a querer explorar los aspectos más espirituales de la experiencia humana, motivación que describió con estas palabras: “Mi objetivo es ayudar a que la gente se mire a sí misma y empiece a cambiar los conceptos que tenía. Recordad, no somos nuestro país, raza o religión. Somos espíritus eternos. Viéndonos como seres espirituales sin etiquetas es la manera como transformaremos el mundo y alcanzaremos un lugar sagrado para toda la humanidad”.

Que cualquier persona puede vivir una vida extraordinaria fue el mensaje principal que predicó a lo largo de su vida a través de su extensa obra literaria, pero también en las numerosas conferencias que ofrecía y en los programas de radio y televisión en los que participaba.

A pesar de haber pasado buena parte de su infancia en orfanatos y casas de acogida, demostró ser capaz de superar las adversidades ya a muy temprana edad, mensaje de auto-superación que quiso transmitir a sus lectores. En el Instituto Ángeles Wolder queremos rendir tributo a este autor, cuyas obras y enseñanzas sobre el desarrollo personal y el crecimiento espiritual fueron y siguen siendo fuente de inspiración e influencia para nuestro instituto con frases como esta: “Mis creencias son que la verdad es verdad hasta que la organizas, y entonces se convierte en mentira. No creo que Jesús enseñara Cristianismo, Jesús enseñaba bondad, amor, compasión, y paz. Lo que digo a la gente es: no seas cristiano, se como Cristo. No seas budista, se como Buda.”