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Día Internacional para la erradicación de la pobreza

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En el diccionario de la lengua española la palabra “pobreza” significa falta o escasez, pero también falta de magnanimidad, de gallardía y de nobleza del ánimo. En un mundo en el que el 1% de los ricos acumulan el 82% de la riqueza global, la desigualdad cobra la forma de conflicto biológico, por lo que os invito a analizarlo.

La falta o escasez de valores fundamentales también es pobreza. Quien pide amor y siente que siempre le ha faltado es pobre de espíritu, y puede ser rico si da amor incondicional a todo y a todas las personas con las que se encuentre sin juicios y sin críticas. Quien roba se siente pobre. Quien “come solo” porque siente que no tiene y no puede compartir es pobre, además de practicar la conducta de egoísmo. Quien más tiene y no da el apoyo a otros es sumamente pobre. Quien manipula para quedarse con lo del otro es pobre. No es pobre el que no tiene sino el que no sabe compartir y cada pobre es pobre por los conflictos que ha vivido.

La palabra pobre proviene de pauper qué significa infértil (infecundo). Seguramente en la época en que los primeros habitantes surgieron en la tierra, las necesidades eran muchas y los recursos pocos. Una higuera por el camino repleta de higos era el salvamento de una familia para bastante tiempo, sólo que los aspirantes a la misma solución podían ser muchos y muy variados. Depredadores y víctimas queriendo el mismo pastel, por lo que la espera era de una angustia vital clara. Hasta que no se dominaron las herramientas, y con ellas el territorio para poder cultivar el alimento en lugar de pasar el día entero buscándolo, los seres humanos no contábamos con tiempo para otras actividades. La búsqueda del bocado era prioritaria y perderlo un problema grave.

La naturaleza nos ha ido modelando y nuestros comportamientos se fueron adaptando en función de solventar las necesidades primarias para luego cubrir las necesidades elaboradas (ver la Pirámide de Maslow), como la autorrealización. Llegar ahí significa salir de la forma reactiva (miedos, heridas y necesidades) y pasar a vivir de manera proactiva construyendo para nosotros y para otros, que es dar un servicio a la humanidad. Es lamentable (si ponemos juicio) y comprensible (si lo descodificamos), pero podemos afirmar que hoy seguimos casi en el mismo punto, como si los recursos fueran pocos y las necesidades muchas. Algunas culturas han avanzado y otras han retrocedido en el tiempo.

Me pregunto: el 1% de los ricos del mundo que han acumulado el 82% de la riqueza global, ¿a dónde se la llevaran cuando se mueran? El ciclo de la vida es implacable con todos los seres vivos y dudo de que lo hayan pensado, porque sino no hay razón para no compartir. Sólo que si tienes el conflicto biológico de desvalorización y consigues valorarte por lo que tienes y sientes miedo a la carencia, acumularás más y más; pero nunca será satisfactorio. Nunca existirá un tope en el que la persona se pueda dedicar a acciones con valores distintos, pues la sensación de necesidad apremia.

Tener confianza en su propio SER es visitar la vida como un encuentro con el todo y los pobres del mundo también forman parte de ese todo. Con miedo se ponen parches dando un poquito para limpiar la conciencia. Con confianza se comparte, se da, se apoya, se estimula, se regalan sonrisas y buen trato a todos. Se es modelo, se da reconocimiento y se ama. El miedo nos coloca en posición de vulnerabilidad y debilidad, y la confianza nos hace crecer como humanos.

Para llegar ahí, como siempre, la invitación de la Descodificación Biológica es que te conozcas a ti mismo/a para que comprendas el porqué de tu forma de vivir. Comprenderse es el primer paso para superarse y vivir en coherencia con uno mismo, con los otros y con el mundo.

© Instituto Ángeles Wolder – Todos los derechos reservados.

Aclaración: La Descodificación Biológica es un acompañamiento emocional complementario, no sustitutivo de ningún otro tratamiento médico, que el cliente escoge libremente para su bienestar emocional. Debe aclararse que el Instituto Ángeles Wolder no da consejos médicos ni recomienda finalizar ningún tratamiento.

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Ángeles Wolder

Ángeles Wolder

Directora Instituto Ángeles Wolder. Autora del Libro “El Arte de Escuchar el Cuerpo” y de "El reflejo de nuestras emociones: la descodificación de los sentimientos a través del cine" y "Hambre Emocional". Es licenciada en Kinesiología, Profesora en Enseñanza Universitaria, Licenciada en Antropología Social y Cultural, licenciada en Psicología y Máster en Psicosociología. Desde hace 10 años se ha centrado en comprender y observar cómo el ser humano y la humanidad gestionan los conflictos emocionales.
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