El 20 de marzo es el Día Internacional de la Felicidad, un hito instituido por Naciones Unidas que nos recuerda que tanto éste como el resto de días, son días para ser feliz.
Hoy 20 de marzo, a las 11.29 horas, en estas latitudes comenzó la primavera y es el Día Internacional de la Felicidad, un hito que fue instituido por la Asamblea General de Naciones Unidas para recordarnos que: ¡Es un día para ser feliz, naturalmente!
El Día Internacional de la Felicidad parte de la observación de la experiencia del Reino de Bután, que estableció un nuevo concepto: el de la Felicidad Nacional Bruta. Este concepto es un indicador de la calidad de vida y se calcula midiendo nueve puntos: el bienestar psicológico, el uso del tiempo, la vitalidad de la comunidad, la cultura, la salud, la educación, la diversidad medioambiental, el nivel de vida y el Gobierno. Impresionante medición para los ciudadanos de este pequeño-grandísimo lugar.
Indicadores de la felicidad
¿Qué implican cada uno de estos indicadores para ti?
- Bienestar psicológico
- Uso del tiempo
- Vitalidad de la comunidad
- La cultura
- La salud
- La educación
- La diversidad medioambiental
- El nivel de vida
- El Gobierno
Y ¿qué es la felicidad? Creo que la felicidad es el camino, es andar por la vida aceptando sus experiencias. La felicidad es el día a día vivido con plenitud y armonía, es el bienestar y equilibrio entre lo que sentimos y hacemos, es la alegría de los pequeños momentos cotidianos, es el permiso de sentir y expresar lo que llevamos dentro y tantas cosas más! La felicidad se construye diariamente y forma parte de nuestra responsabilidad.
Ser felices es el objetivo común de los seres vivos. Vegetales, animales y seres humanos estamos en plena experimentación acercándonos a lo que consideramos positivo y alejándonos de lo que clasificamos como negativo. Lo que es particular es lo que nos hace felices, y lo que hacemos para conseguirlo.
Jiddi Krisnamurti nos dice: La felicidad no es un fin. ¿Por qué buscamos felicidad? ¿Por qué esa incesante búsqueda de felicidad, de dicha, de ser algo? ¿Por qué esa búsqueda, ese inmenso esfuerzo de la mente? Si podemos comprender eso e investigarlo plenamente, tal vez, conoceremos esa felicidad que no puede buscarse porque, al fin y al cabo, la felicidad es un subproducto de importancia secundaria, no es un fin en sí mismo. No tiene sentido si es un fin.
¿Qué significa ser feliz? El hombre que bebe es feliz; el hombre que deja caer una bomba sobre un gran número de personas siente euforia y dice que es feliz o que Dios está con él. Las sensaciones momentáneas, las cuales desaparecen, nos dan cierto sentido de felicidad pero no cabe duda de que existe otra cualidad que es esencial para la felicidad. La felicidad no es un fin.
Comparto la idea de que lo que nos hará felices no es lo que hay fuera. Eso es momentáneo. El afuera no es un seguro de vida de la felicidad. Hay tanta gente infeliz que depende de lo material, de los títulos, de rellenar su ego. Quizás, si fuéramos un poco Diógenes, la felicidad llegaría como llega el aire de cada día.
La felicidad de Diógenes
Se dice que una mañana, cuando el famoso filósofo Diógenes estaba absorto en sus pensamientosmientras tomaba el sol a las afueras de Corinto, se le acercó el rey Alejandro Magno con interés en conocerlo.
En un momento, llega Alejandro acompañado de su escolta y rodeado de mucha gente y le dice: “Soy Alejandro Magno”. A lo que responde Diógenes: “Y yo Diógenes el perro”. Alejandro pregunta: “¿Por qué te llaman Diógenes el perro?” Y Diógenes dice: “Porque alabo a los que me dan, ladro a los que no me dan y a los malos les muerdo”.
El rey Alejandro no se deja inmutar por esas respuestas y le dice: “Pídeme lo que quieras”. A lo que Diógenes le contesta: “Quítate de donde estás, que me tapas el sol”. Se dice que Alejandro pidió silencio y dijo: “Silencio… ¿Saben lo que les digo a todos ustedes? Que si no fuera Alejandro, me gustaría ser Diógenes”.
Quizás Diógenes supo hacer un buen uso de su tiempo, participó en su comunidad, tuvo bienestar psicológico y salud (se cita su muerte a los 89 años), fue respetuoso con sus intereses y tuvo una vida con el nivel que deseaba. Todo es una cuestión de expectativas. A más expectativas, más posibilidades de sentirse decepcionado e infeliz.
Además hoy…
Y dentro de las maravillosas coincidencias de la vida os cuento que además hoy es el día de nacimiento de mi abuelo Hans Peter Frederik Wolder!, al que agradezco su búsqueda de la felicidad que le llevó con 19 años de Dinamarca a Argentina. A partir de ahí, la historia de mi vida tiene sabor a nórdico. Gracias!!!
El momento actual está lleno de alegría y felicidad. Si no estás atento, no lo ves. Thich Nhat Hanh
Abre los ojos!! Estate atento!! La felicidad también está en tu camino. Con amor.