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Atracones en fiestas señaladas y cómo prevenirlos

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En términos generales, las celebraciones navideñas son sinónimo de alegría, celebración y solidaridad. Reuniones familiares, intercambio de regalos, luces llamativas y banquetes a rebosar de comida. En este artículo me centraré precisamente en estos banquetes, que muchas veces nos activan la tecla del cerebro que nos conduce a un ‘hambre emocional’ que suele ser irrefrenable en ciertas ocasiones.

Identificar las diferencias entre hambre real y hambre emocional es algo muy importante para poder controlar esos impulsos, sobre todo en personas con sobrepeso. ¿Qué consecuencias tienen estos excesos en nuestro cuerpo y cómo podemos evitarlos?

En este artículo, me gustaría reflexionar contigo. Por ello, te invito a que pienses en cómo han sido las fiestas anteriores y qué lugar crees que ocupaba la comida cuando comías de más. ¿Para qué te servía?

Atracones: Causas, conflictos y raíles

Seguramente coincidirás conmigo en la respuesta: para bajar la tensión, porque eso significa cargarte el estrés. Pero si llego al atracón, entendiendo éste como un síntoma conductual, ¿Cuál es el conflicto previo?

Veamos las posibles causas que pueden llevarte caer en el atracón:

  • Por un cúmulo de problemas: Puede que te presentes a casa de tus familiares o te encuentres con amigos o con compañeros de trabajo y acarrees contigo los problemas de todo el año: de pareja, de trabajo, de dinero, con los hijos, etc. Allí están presentes y generan tensiones internas.
  • Por una baja autoestima: Relativo a lo que tú crees que va a pensar de ti o qué van a comentar los demás. Esto va estrechamente ligado a una falta de confianza interna, a una baja autoestima o a una sensación de insatisfacción con la propia vida. Si existe confianza interna, te quieres tal y como eres, te importará muy poco lo que haya ocurrido, porque en realidad te darás cuenta de que simplemente son experiencias y, por lo tanto, un año las vives de una manera y otro año de otra forma.
  • Por introversión: Esa sensación como de inadaptación social, que no significa que seamos inadaptados sociales, quiere decir que estamos mucho mejor en el tramo corto y con menos gente, porque cuando hay mucha surge un nerviosismo. Con la comida y la bebida intentamos tapar ese agujero, a raíz de un conflicto relacionado con el rechazo.
  • Por extroversión: Hemos hablado de la introversión, pero cabe hacer especial mención también a su contrario, a la extroversión. Son esas personas que necesitan de mucha gente, de encuentros, de compañía y de contacto porque han tenido conflictos de abandono o de separación. En el caso de sensación de abandono el razonamiento es: “me he sentido solo/a aislado/a de todo y hoy tengo que ir a ese encuentro” (lo que supone realizar más cenas, comidas y encuentros de las que tiene prácticamente ese mes). Entonces, todo gira alrededor de las comidas, nos encontramos con que las calorías van a aumentar porque hemos roto con la rutina que veníamos llevando.

Por lo tanto, hambre emocional, tal y como avanza su propio nombre, implica comer por razones emparentadas con las emociones, y no por necesidad. Podemos comer por estrés, por tristeza, por castigo, por miedo, y por múltiples conflictos y/o raíles.

Identificar las diferencias entre hambre real y hambre emocional es algo muy importante para poder controlar impulsos alimentarios, sobre todo en personas con sobrepeso. Si te apetece leer más acerca de ello, te recomendamos el libro de Ángeles Wolder ‘ Hambre Emocional: Sana tu sobrepeso con la Descodificación Biológica.

Ya te he mencionado algunos conflictos (baja autoestima, abandono y rechazo). Centrémonos ahora en los raíles: éstos se activan con los recuerdos visuales, gustativos, olfativos, auditivos y táctiles. Te conectan con un recuerdo que ocurrió en otro instante de tu vida y que viviste con un cierto malestar.

Por ejemplo, en otras comidas de estas fechas, quizás se produjo una discusión con algún familiar mientras comíais durante el encuentro. Ese recuerdo provoca una reacción alérgica al malestar, por lo que podemos sentirnos mal sin antes haber comido algo que nos haya podido hacer daño. Otras veces puede despertar directamente el conflicto. Y probablemente en esta fecha no tengamos ni una cosa ni la otra, ni los recuerdos ni el conflicto, pero sentimos esa especie de ambiente de algo que vivimos y experimentamos en otro momento.

Hay otra historia: cuando nos sentamos en la mesa familiar, volvemos a adoptar el rol de aquel niño o niña que fuimos. ¿Cómo? A través de las dinámicas que experimentamos. Es probable que nos comparemos con los otros por ejemplo cuando le regalan algo y miramos lo nuestro versus lo que han recibido los demás. En ese caso, podemos experimentar la desvalorización por comparaciones.

Este conflicto u otros que se puedan generar durante la reunión familiar, puede despertar una ansiedad que te llevará a querer taparla con la comida. Por eso hablo de un hambre emocional, y no biológico. No de necesidad biológica, porque si fuera así no la cubriríamos con alcohol, por ejemplo, para desinhibirnos o con grasas para sentir que algo vaya avanzando de manera lenta, o con azúcares cuando necesitamos la lucha. Existe una connotación para cada tipo de comida.

Puedes fijarte en qué te extralimitas para saber lo que comes y cómo lo comes.

Ángeles Wolder

Atracones y sentimiento de culpa

Primero la gran comilona, después el sentimiento de culpa. ¿Por qué? Por olvidarte de lo que venías haciendo durante el año, dejar entrar más de lo que debería a tu cuerpo (según tu cabeza) y sentirte mal al día siguiente fisiológicamente: hinchazón, digestiones pesadas, etc.

Es muy probable que te hayas sentido así en alguna ocasión, de hecho, suele ser lo habitual. Por ello, te animo a despojarte de la culpa, ya que con ella no conseguirás nada, más bien todo lo contrario: La culpa implica estrés y, si hay estrés, hay cortisol y más actividad a nivel de catecolaminas. El cortisol nos favorece para estar en actividad, pero cuando hay en exceso porque estamos en estrés no está de nuestro lado, sino de un lado nocivo.  

Aprende a descodificar el sobrepeso con nuestro Curso Online Avanzado en Sobrepeso Emocional. Da un paso más en tu carrera profesional a través del aprendizaje de herramientas de la Descodificación Biológica para abordar los distintos tipos de sobrepeso en consulta.

¿Por qué es nocivo el cortisol?

  • Ayudar o favorecer la concentración de la grasa en el cuerpo.
  • A mayor cortisol, y sobre todo de manera sostenida en el tiempo, va a haber más destrucción de neuronas (específicamente en la zona del hipocampo), y por lo tanto recordaremos menos.

La culpa no es buena consejera, no acompañan ni sirve para nada. La culpa y la queja se dan la mano. La queja te sirve para inmovilizarte y dar vueltas como un ratoncillo en esta rueda de la que no se sale.

Te recomiendo este video que grabé hace un tiempo hablando de la queja desde la Descodificación Biológica y el poco favor que le hace a tu cuerpo:

Conciencia, hábitos y ¡a disfrutar!

Te invito a que en estas fiestas apliques algunas claves para vivir de manera sana este tiempo: Lo primero es conciencia acerca de cómo nos encontramos, de cuál es el malestar, de cuáles son los conflictos, de cuáles son nuestros dolores. Y luego generar hábitos que de alguna forma nos ayuden a solventar este tipo de situaciones: bajando la tensión del dolor y comportándonos de una manera en que nos sintamos bien con nosotros mismos.

Si quieres asistir a una consulta en Descodificación Biológica puedes hacerlo con nuestro equipo interdisciplinar de profesionales, entre los que contamos con expertos en sobrepeso.

Comer, jugar, divertirse, pasarlo bien con la gente, charlar, salir a hacer deporte, etc. hacer otras cosas las podemos hacer también de manera sana. Comer no tiene porqué implicar un atracón, lo será solo si se corresponde con un hambre emocional.

Revisemos los que nos pasa dentro para poder experimentar hacia fuera algo de manera diferente.  

Ángeles Wolder

Espero que te sea útil esta información y que puedas modificar ese comportamiento.

Que tengas unas bonitas fiestas 😊

© Instituto Ángeles Wolder – Todos los derechos reservados.

Aclaración: La Descodificación Biológica es un acompañamiento emocional complementario, no sustitutivo de ningún otro tratamiento médico, que el cliente escoge libremente para su bienestar emocional. Debe aclararse que el Instituto Ángeles Wolder no da consejos médicos ni recomienda finalizar ningún tratamiento.

Antes de irte

¡Hola! Soy quien ha escrito este artículo

Ángeles Wolder

Ángeles Wolder

Directora Instituto Ángeles Wolder. Autora del Libro “El Arte de Escuchar el Cuerpo” y de "El reflejo de nuestras emociones: la descodificación de los sentimientos a través del cine" y "Hambre Emocional". Es licenciada en Kinesiología, Profesora en Enseñanza Universitaria, Licenciada en Antropología Social y Cultural, licenciada en Psicología y Máster en Psicosociología. Desde hace 10 años se ha centrado en comprender y observar cómo el ser humano y la humanidad gestionan los conflictos emocionales.
Reflexiones de lectores

¿Tienes algún pensamiento tras leer este artículo? Déjame tu reflexión y responderé lo antes posible.

17 comentarios en «Atracones en fiestas señaladas y cómo prevenirlos»

  1. Gracias Angeles por el material compartido!
    Yo cumplo años el 28 de diciembre y días antes empezaba a no sentirme bien pero por suerte hace un tiempo que estoy mejorando y la paso de otra manera.

    Responder
  2. Me encanta como se ha planteado este artículo y me hace mucho sentido, que importante diferenciar el hambre emocional y saber donde mis carencias
    Gracias!
    Participando por esa suscripción ♥️ Ya lo agradezco de todo corazón saludos desde Chile.

    Responder
  3. Muy interesante el artículo! Ojalá llegue pronto a Argentina el libro de Hambre Emocional pq aún no lo he podido conseguir en formato papel. Participó de la suscripción. Gracias!!!!!!!

    Responder
  4. Que tal Ángeles, como estás? Sabes, me hizo todo el sentido cuando hablaste de la introversión y el conflicto relacionado, gracias por compartir.

    Responder
  5. Gracias Ángeles! A mi me pasa muchas veces que reconozco que estoy comiendo sin tener hambre pero me cuesta mucho dejar de hacerlo. Me hago consciente pero aún no puedo manejarlo.
    Saludos desde Argentina!

    Responder
  6. Muy interesante y como siempre el tema es afrontado con una visión muy amplia del universo de las emociones humanas… Y de hecho que el rechazo tenga relacion con la obesidad no lo he encontrado en otros autores, pero todo cobra un gran sentido, cuando ciencia, biologia y emociones se conjugan al servicio del paciente: la magia de A Wolder!

    Responder
    • Hola Nancy,
      ¡Nos ha encantado la conjugación que has hecho al final! 😁

      Esperamos con estos contenidos abrir nuevas perspectivas para poder afrontar aquellos conflictos que pretendemos abordar, teniendo en cuenta dos elementos indispensables, que bien has mencionado: Biología y emociones.

      Un fuerte abrazo.

      Responder

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