Descodificamos 4 alimentos ultraprocesados

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Me he dado cuenta de que últimamente se habla más sobre la alimentación y parece que tenemos más conciencia sobre qué, cómo y por qué comemos lo que comemos. No sé si será que mi ojo se ha sesgado y observa de manera selectiva, pero en todo caso está claro que nos hemos dado cuenta de la importancia radical de la alimentación en nuestras vidas.

En mi caso, sin saber ni cómo ni por qué desde los 6 años dejé de consumir ciertos alimentos. Supongo que por un rechazo natural. Fueron la leche, el azúcar y las harinas (pan, pastas, arroz). En esa escucha de lo que me hacía bien o no, fue como tomé conciencia de lo que mi cuerpo realmente necesita para comer, si es necesario hacerlo, pero especialmente a saber si como por placer o por hambre emocional.

Adicción a la Coca-Cola: un caso real que descodifiqué

Charlando sobre hábitos alimentarios me vino a la memoria un caso que tuve en consulta de una mujer que era adicta a la Coca-Cola. Podía llegar a beber hasta 8 litros de esta gaseosa azucarada al día. Al descodificar encontramos que detrás del exceso de consumo había una herida de la infancia muy presente: la relación disfuncional que tenía con sus padres, los cambios que no pudo gestionar ligado al estrés y la forma de calmar el nerviosismo que le producía. Esta persona aprendió a cuidarse, a usar otros métodos si no se encontraba bien, a gestionar su vida con responsabilidad y a nutrirse de manera sana y eso suponía dejar de lado los alimentos menos favorables.

Te cuento qué son los alimentos poco saludables y dentro de ellos los “ultraprocesados”, cómo te afectan y qué necesidad emocional oculta su consumo para que puedas reflexionar sobre tu alimentación y hábitos y si está en tus manos realizar el cambio más apropiado a tus necesidades.

Los alimentos “poco saludables” son aquellos que no tienen como función “nutrir” sino que son agregados que modifican el sabor y no aportan beneficios a la salud, sino que la mayor parte de las veces le restan energía.

Qué son los alimentos ultraprocesados

Piensa en un alimento natural que no haya sido sometido a ningún cambio sintético, como una naranja. Ahora imagina que esa naranja pasa por un proceso industrial de refinamiento y blanqueado, en el que seguramente le añaden cantidades ingentes de azúcar y aditivos, todo ello para obtener un “delicioso y refrescante jugo de naranja” que puedes encontrar en el supermercado. Este alimento sería un ejemplo de ultraprocesado, ¡pero existen muchísimos más!

La pregunta es: ¿Qué queda del alimento después de este proceso?

Los alimentos se dividen entre naturales, procesados y ultraprocesados.

  • Los naturales de origen vegetal o animal no añaden sustancias como sal, azúcar, edulcorantes, grasas o aditivos y son perecederos a corto plazo. Lo son las frutas, verduras, legumbres, carnes, huevos, semillas, pescados, mariscos, etc.
  • Los procesados ya incluyen cambios en su naturaleza que los hacen más duraderos con una cierta variación nutricional. Estos serían los productos en conserva y enlatados como verduras, legumbres, pescados, mariscos, frutas en almíbar, carnes, quesos y embutidos procesados.
  • Por último, tenemos los ultraprocesados, que representan el 80% de los productos que se venden en el supermercado. Son productos elaborados industrialmente a base de sustancias derivadas de otros alimentos, con ingredientes procesados. Se caracterizan por ser altos en calorías y contener una gran carga en:
    • Sal
    • Azúcares.
    • Harinas.
    • Grasas saturadas y aceites.
    • Aditivos (conservantes, colorantes, saborizantes, edulcorantes, etc.).

¿Dónde los encontramos? En platos fast food, bebidas azucaradas y energéticas, precocinados, bollería, patatas chip, embutidos, dulces, pan blanco, salsas y condimentos, postres, carnes procesadas, helados, barritas dietéticas, cereales refinados, lácteos azucarados o edulcorados, golosinas, galletas, pizzas, etc.

Sus ingredientes se someten a varios procedimientos previos de preparación y elaboración (de ahí su nombre “ultra” procesados) como: hidrogenación, fritura de aceites, refinación, hidrólisis de proteínas, extrusión de harinas, etc. El resultado son alimentos de baja calidad y desequilibrados nutricionalmente que exceden en calorías.

Biodescodificación de 4 ultraprocesados

¿Te has preguntado alguna vez por qué comes lo que comes? Escoger unos alimentos sobre otros habla de nuestro interior. El tipo de alimentación que elegimos contiene un carácter físico, psicológico y simbólico.

Podemos escoger diferentes productos para compensar una falta o una necesidad interior. ¿Qué ha ocurrido para que tu cerebro te pida algún tipo de alimento en concreto? Observar cuáles son tus pulsiones alimentarias te ayudará a ver el significado inconsciente de la petición, que a menudo se corresponde con el estado de conflicto en el que te encuentras.

A continuación, te presento los 4 alimentos ultraprocesados más comunes y su característica emocional. Esta mirada no busca descodificar, sino ver la relación de una conducta (gusto específico) con el hambre emocional:

AlimentosAlimento ultraprocesadoEfectos en el organismo (consumidos en exceso)Conflicto relacionado/relación conductual
Bollería, pastas, postres, zumos, helados, golosinas, galletas, pasteles, refrescos, etc.AzúcarAumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad (en particular, en los niños), hipertensión, diabetes, problemas bucodentales e incluso cáncer.Suele estar en relación con la madre, debido a que la lactosa es el primer azúcar para el bebé.
Patatas chips, Nuggets, empanizados, rebozados, etc                                                     FritosPor su aporte de grasa, contribuyen al aumento del colesterol, triglicéridos y del porcentaje de grasa corporal. Riesgo de padecer patologías cardiovasculares.No se acepta la vida y se requiere una transformación.
Cocktails, cervezas, vinos, destilados, cremas, etc.AlcoholesPuede causar enfermedades crónicas y presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos.La dependencia emocional. Es un liberador grandioso o desinhibidor, aunque esclaviza.
Aditivo que encontramos en pastillas de caldo, salsas como la soja, aperitivos como las aceitunas, quesos como el parmesano, el roquefort y el cheddar y embutidos curados.Alimentos con glutamato monosódico (E621)Daña el sistema nervioso y sobre-estimula artificialmente a las neuronas, llevándolas a un estado de agotamiento. Además, si crecen los niveles de glutamato en la sangre, se generan malestares físicos.Relacionado con la búsqueda del placer rápido y de tipo adictivo, actúa exactamente igual que una droga.

¿Quieres saber más sobre el hambre emocional? Te recomiendo mi libro ‘Hambre Emocional: Sana tu sobrepeso con la Descodificación Biológica‘, en el que desarrollo más en profundidad por qué comemos lo que comemos.

Cómo te afectan estos alimentos a nivel físico

En Descodificación Biológica encontramos que a cada síntoma le corresponde su conflicto biológico o malestar emocional especifico. El hecho de consumir estos alimentos ya es una manifestación sintomática en si misma. Y son muchas las alteraciones físicas que aparecen al consumir en exceso estos ultraprocesados. Por ejemplo, algunos de los síntomas y patologías comunes son sobrepeso y obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión, hipercolesterolemia, cansancio, cefaleas, alergias, patologías cardiovasculares, trastornos digestivos o infecciones urinarias. Cada una de ellas tiene detrás un problema no resuelto que la nutrición viene a enredar más.

¿Por qué? Porque como hemos visto, estos alimentos son dañinos, poco sanos y generan excesos y carencias que desequilibran nuestro organismo impidiendo una reparación natural. Lo hacen de esta manera:

  • Excesos: Seguro que cuando comes un buen plato de pasta o un croissant de chocolate, enseguida te da un chute de energía. ¿Verdad? Pero de repente viene la bajada. Esto lo provoca el abuso del azúcar, que nos aporta sensación de bienestar por su efecto sobre la dopamina, sin embargo, su energía de liberación es muy rápida (produce una caída al poco de consumirla).

Otro componente que encontramos en la mayoría de estos ultraprocesados es la sal, que en exceso puede llegar a dañar a tus arterias, corazón, riñón y favorece la retención de líquidos.

Con el consumo de grasas saturadas, encontramos un aumento del colesterol LDL (malo), que incrementa el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular, además de aumentar el peso.

  • Carencias: Su déficit en micronutrientes, afecta directamente a las múltiples reacciones bioquímicas que garantizan el buen funcionamiento de los procesos del cuerpo humano. Con ello, se ven involucrados los impulsos nerviosos, la fabricación de colágeno o reacciones de defensa inmunitaria, entre otros. Además, la baja ingesta de micronutrientes conlleva también el riesgo de manifestaciones nerviosas por falta de componentes esenciales para el buen funcionamiento del cerebro.

Si sabemos que son dañinos, ¿Por qué los consumimos?

Básicamente los elegimos frente a otros por estas tres cuestiones:

  • Hábitos de consumo: Nuestros hábitos de consumo y ritmo de vida han cambiado. La inmediatez del día a día nos lleva a consumir fast food, porque no tenemos tiempo para cocinar (o no lo encontramos) y nos es más cómodo comprar comida ya preparada.
  • Dependencia: Porque les introducen aditivos como el glutamato monosódico, haciéndolos más atractivos para el consumidor en vista, tacto, sabor y olfato. Nos generan dependencia.
  • Hambre emocional: Alteran nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, cuando estamos tristes echamos mano del chocolate y del azúcar, cuando estamos felices salimos a celebrar con bebidas alcohólicas y nos reunimos comiendo sushi, pizza o hamburguesa. Esto va directamente ligado al hambre emocional.

¿Te has preguntado por qué tienes hambre a todas horas? Te explico más sobre el hambre emocional en este vídeo que he preparado.

Cómo te afectan estos alimentos a nivel emocional

Ahora que hemos visto cómo nos afectan estos 4 alimentos ultraprocesados te invito a reflexionar sobre los conflictos que nos llevan a consumirlos y a relacionarlo con nuestras vivencias.

Alimentos con azúcar añadido

Si consumimos en exceso alimentos con azúcares añadidos, hemos de ver cómo está la relación con nuestra propia vida y especialmente la primer relación que fue con nuestra madre. Para saber si existe una necesidad emocional que se compensa con el alimento y que está en relación con nuestra madre podemos reflexionar en base a estas cuestiones:

  • ¿Cómo es actualmente la relación con tu madre?
  • ¿Cómo era la relación con tu madre en la infancia?
  • ¿Qué alimento consumes en exceso?
  • ¿Has detectado si hay un horario o momento en el que necesitas el azúcar?
  • ¿Qué comes cuando celebras un logro? ¿Qué comes cuando estás triste?

Fritos, frituras y rebozados

En estos casos, el exceso de ingesta de fritos nos da la pista de que la persona podría estar en una situación de disconformidad o rechazo sobre lo que está viviendo. Puede sentir la necesidad de comer cuando no le gusta lo que ve a su alrededor o cuando la ansiedad se apodera de ella. Si es tu caso, te invito a que reflexiones con estas cuestiones:

  • ¿Cuántas veces a la semana ingieres fritos o rebozados?
  • ¿Ha aumentado la ingesta de fritos en el último tiempo?
  • ¿Estás buscando un cambio a nivel personal o profesional?
  • ¿Qué sientes cuando no logras el cambio?
  • Si te imaginas logrando un nuevo objetivo, ¿Qué se calma en ti?

Alcohol

El alcohol es un desinhibidor emocional. Si consumimos en exceso alcohol estamos ante una dependencia que pone en riesgo no solo nuestro cuerpo, sino a otras personas. Si crees que tienes una adicción, lo primero es buscar ayuda profesional. Pero si no tienes una dependencia y aun así sientes que consumes alcohol con demasiada frecuencia, te invito a reflexionar sobre el papel que tiene el alcohol en tu vida:

  • ¿Recuerdas cuando fue la primera vez que consumiste alcohol?
  • ¿Qué sentiste al probarlo? ¿Quién te acompañaba?
  • ¿Cada cuanto ingieres alcohol? ¿Qué cantidades por día/semana/mes?
  • ¿Qué cambia cuando consumes alcohol?
  • ¿Qué te gusta de tu yo cuando consume? ¿Qué no te gusta?

Alimentos con glutamato monosódico (E621)

El glutamato monosódico no es un alimento como tal, sino que es un aditivo que la industria alimentaria utiliza prácticamente para cualquier alimento procesado. Sin darnos cuenta buscamos alimentos que contengan este aditivo porque nuestro cuerpo lo necesita. Esto sucede porque el glutamato actúa como una droga en el organismo, por lo tanto, cuando los niveles bajan, buscará la manera de generar hambre emocional y dar continuidad a las dosis del aditivo.

En este caso, se busca el placer rápido, por ello deberemos analizar qué se calma en nosotros cuando consumimos este tipo de alimentos.

  • ¿Cuántas veces consumimos alimentos con glutamato al día?
  • ¿Qué se calma en ti cuando ingieres estos alimentos?
  • ¿Qué pensamientos y preocupaciones tenías antes de comer?
  • ¿Cuánto tiempo tardas en necesitar consumir de nuevo?

Controla el consumo de ultraprocesados

Para desintoxicarte y deshabituar un elemento presente en nuestro organismo necesitamos conocernos, comprendernos y romper con esa dependencia y adicción durante mínimo 21 días. Empieza a trabajar en tu hambre emocional y la ansiedad que te lleva a caer en estos productos con estas pautas:

  1. Elige el alimento que quieres trabajar y responde a las preguntas del apartado anterior.
  2. Busca recetas sanas que prepararás cuando quieras consumir el alimento ultraprocesado. Por ejemplo, si quieres reemplazar la bollería industrial puedes aprender a hacer pancakes de avena y fruta sin azúcar añadida.
  3. Lleva un control diario de cuándo y cuánto lo consumes, así como qué pensamiento tienes anterior a consumirlo.
  4. Elige un día para iniciar los 21 días de desintoxicación. Se trata de un compromiso real, por lo que si no te sientes preparado/a es mejor buscar una fecha más adelante.
  5. Una vez elegida, inicia el reto de 21 días eliminando el ultraprocesado. Es importante que no cambies una adicción por otra y, sobre todo, que seas consciente de cómo se altera o varía tu estado emocional.
  6. Lleva un diario de tu alimentación y tu estado emocional. Pon atención a los cambios que se suceden a diario y el antes y el después. Es una muy buena manera de conocerte y descubrir recursos internos.
  7. Si sientes la necesidad de comer y romper el reto busca maneras de calmar la ansiedad. Te dejo aquí unas relajaciones que he preparado, pero también puedes ponerte música, hacer ejercicio o meditar.

Relajaciones y meditaciones

Si quieres asistir a una consulta en Descodificación Biológica puedes con nuestro equipo interdisciplinar de profesionales, entre los que contamos con expertos en Sobrepeso Emocional.

Si llevas a cabo el reto de 21 días, ¡cuéntame tu experiencia! ¿Sabías lo que eran los alimentos ultraprocesados? ¿valoras un cambio de hábitos para reducirlos?

© Instituto Ángeles Wolder – Todos los derechos reservados.

Aclaración: La Descodificación Biológica es un acompañamiento emocional complementario, no sustitutivo de ningún otro tratamiento médico, que el cliente escoge libremente para su bienestar emocional. Debe aclararse que el Instituto Ángeles Wolder no da consejos médicos ni recomienda finalizar ningún tratamiento.

Antes de irte

¡Hola! Soy quien ha escrito este artículo

Ángeles Wolder

Ángeles Wolder

Directora Instituto Ángeles Wolder. Autora del Libro “El Arte de Escuchar el Cuerpo” y de "El reflejo de nuestras emociones: la descodificación de los sentimientos a través del cine" y "Hambre Emocional". Es licenciada en Kinesiología, Profesora en Enseñanza Universitaria, Licenciada en Antropología Social y Cultural, licenciada en Psicología y Máster en Psicosociología. Desde hace 10 años se ha centrado en comprender y observar cómo el ser humano y la humanidad gestionan los conflictos emocionales.
Reflexiones de lectores

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17 comentarios en «Descodificamos 4 alimentos ultraprocesados»

  1. Ángeles, gracias por compartir éstos aspectos.

    …y si, tengo un pensamiento recurrente, a cada ocasión dónde me enfrento a leer y tomar consciencia de las leyes emocionales que interactúan con nuestros otros cuerpos, como es el caso del cuerpo físico u bio lógico.

    Mira, te diré que guardo en mi interior:

    … durante mi existencia he transitado éstos cincuenta años, acompañando inconscientemente, el proyecto sentidos por mis amados padres.
    Pero esto ha sido hasta aquí. Ya estoy dispuesto a continuar procesando mi existencia , peeeroo, con mi propio proyecto sentido, y o propósito de vida.

    Estoy en proceso de cambios estructurales en la construcción de mi propio Ser.
    Uno de éstos cambios, es el cambio de profesión u oficio…
    Hasta hoy, he sido albañil (y considero que ya he construido suficientes “refugios de materiales físicos”.

    Ahora, en mi renovada existencia de vida, ayudaré a “construir y a re construir cuerpos emocionales*.

    …y para ello (en cuanto logré los recursos necesarios, ya que Uruguay es un sitio complejo en cuanto a capacidad de destinar acopio de éstos), haré los cursos para aprender bio neuro emoción, decodificación biológica, neuro lingüística y programación.

    Me dará mucho gusto hacerlo en la compañía de tu Instituto, visto que éste me hace llegar los mensajes con absoluta claridad, resultandome fácil de entender. Y ésto también importa, al momento de dar un cambio de dichas características.

    Así pues, quizás tengas ganas de enviarme información detallada, sobre los cursos que hoy estén activos.
    Desde ya,, me siento muy agradecido.

    Un fuerte abrazo.

    Chelo.

    Responder
  2. Información super valiosa, completa y muy bien explicada. Otras veces he intentado mejorar mis habitos saludables, pero recaigo, aqui voy nuevamente, llevo semana y media y me he sentido muy bien y esta información suma y contribuye
    Muchas gracias y bendiciones!

    Responder
  3. Muchas gracias por el artículo, me pareció muy interesante, lo podré a prueba (el análisis)
    saludos desde México.
    Haydee

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  4. Soy la de las que come mucho azúcar en planificación, muchas harinas refinadas. Ahora entendí el por qué. Gracias por este artículo, no creo estar preparada todavía para iniciar un cambio. Seguramente sea más adelante.

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  5. Hola Ángeles, soy Carolina, te cuento que a los 14 años comencé a ser adicta al chocolate, ahora entiendo que fue porque mi mama comenzó con cáncer y pasaba mucho tiempo en hospitales fuera de mi casa, yo reemplaza su amor con el chocolate, 9 anos mas tarde ella falleció. Cuando comprendí la relacion, pude trabajar en eso, ahora no es una adicción para mi, puedo comerlo y disfrutarlo cuando deseo. Muchas gracias por tu valiosa investigación y conocimiento que nos compartes con amor.

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